11.30.2008

TREINTA Y TRES

"para llamarte donde vives ahora,
en el filamento de la bombilla,
aterciopelando lo que vas rozando al desbordarte"
Crujidos de reloj, Maga

Un año más, mis amigos me recuerdan por qué merece la pena celebrar mi cumpleaños.

11.21.2008

LA RIVIERA

Hoy he leído que se cierra La Riviera. No sé dónde van a actuar ahora los grupos que me gustan. No hay ninguna sala en Madrid equiparable, las han cerrado todas. Tampoco es que yo vaya a muchos conciertos (generalmente cuando me entero ya no hay entradas) ni que sea una profunda conocedora del tema, porque soy una mera usuaria ocasional, pero lo que están haciendo en esta ciudad con las salas de conciertos me llena de indignación. Es como si el alcalde no se diera cuenta de que hay otra música además de Shakira, o la del teatro Real. Esta ciudad le va robando espacio a la música poco a poco, y al final ya no estará en el mapa de conciertos. Habrá que ir a ver a los buenos músicos a Bilbao, a Gijón, a Barcelona o a Vigo.

El cierre masivo en estos últimos tiempos de salas de música en vivo, conocidas por sus conciertos, por los artistas que han tocado allí, y no por su dos por uno, hace que esta ciudad sea cada día más pobre, y pierda una de las razones fundamentales por las que merece la pena vivir aqui. A ver si ahora se les va a dar por ir a por los teatros, o a por los cines en versión original, o por sabe dios qué más. Si necesitan cerrar locales que hacen ruido y no dejan descansar al vecindario, yo he visto en esta ciudad un montón de bares insalubres que ponen la tele tan alta que puedes seguir el partido de fútbol desde la calle.

Estoy un poquito indignada.

11.02.2008

ON SUNDAY

"Con vivos, muertos, brindando juntos
por un año más, un año menos
que dolerse de esta herida y de esta luz."
Año nuevo, Vetusta Morla

La soledad a veces es no estar cerca de nadie. Es estar rodeada de muchas personas, de las que te sientes cercana y que te sienten cerca, y de pronto, en un momento, en un instante, sin saber por qué, quedarte sola y sentir la puerta que se cierra.
La soledad a veces es no sentir tu sitio en el mundo. Aunque eso sea una contradicción, porque el mundo al que aludes es siempre tu propio mundo, ese que no existe si no existes tú.
La soledad solo duele cuando está vestida de ausencia. Cuando no es ausencia, es una compañera agradable que incluso te hace reír.
Los domingo son así... sólo sirven para gilipolleces.

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