6.06.2007

EJECUTAR

"It's still the same old story,
A fight for love and glory,
A case of do or die.
The world will always
Welcome lovers
As time goes by."
As time goes by, Frank Sinatra

Poco a poco y de forma un poco inevitable me he ido metiendo en el mundillo de los ejecutivos (en general). Esas personas que lo mismo te dirigen un grupo de personas, que te venden algo o que te negocian alguna movida. Ese género indefinido con tarjetas que tienen cargos en inglés que nadie acaba de entender del todo y que se resumen en X pasta o x pasta y todos los rangos intermedios de pasta.

Para moverme en él y salir indemne, además de a disfrazarme de una de ellos, he aprendido dos cosas:

1. Los que en el colegio serían (y tal vez fueron) unos gilipollas integrales, como ejecutivos son muy apreciados por sus superiores. Cuanto más pelota, menos sincero, más engreído, menos honesto y más cursi, más opciones tiene de ser director de algo con menos de 35 años. Siempre que sea un hombre, claro. Aunque mejor que no se confíe. También puede que se lo coman con patatas. Esa posibilidad siempre existe entre los ejecutivos.

2. Nunca des la mano a un tío grande, encorbatado y con una sonrisa campechana, con la mano en la que lleves un anillo. Será menos doloroso.

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