2.01.2006

BARRIO

Segunda entrega de Luis Consumido.

Por lo visto, en nuestro intestino residen unas bacterias sin las cuales pereceríamos. Y sin nosotros, ellas perecen. Esas inseparables compañeras de viaje no son nosotros; ni nosotros somos ellas.

Si alguien inventa -si es que no lo han hecho ya- una sustancia capaz de eliminar dichas bacterias sin dañar al ser humano y me la suministra, ¿habrá cometido asesinato?

Ls primera entrega está aquí.

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