2.09.2006

LA VIRGEN DE LA CUEVA

Anoche estuve viendo una película muy hermosa. No es fácil que ese tipo de películas me gusten en la noche de un día de semana, cuando tengo sueño y me apetece más charlar. Pero me gustó.

Esta mañana, de las mil y una reflexiones que me hubiera debido provocar esta película, sólo recuerdo nítidamente las imágenes de la lluvia, de una ciudad mojada, de un hombre solo en la ventana de una ciudad en la que llueve, con fuerza, de forma constante, insistente. Del sonido de las ruedas de los coches sobre el asfalto mojado. Del sonido del agua golpeando contra las ventanas, las paredes, los tejados de uralita. Del gris de la ciudad con lluvia. De la sensación de la lluvia sobre el rostro. Del olor de la ciudad cuando llueve. Del calor del fuego dentro con el sonido de la lluvia fuera. Del amor mientras no deja de llover.

Creo que mezclo recuerdos ajenos y propios.
Que llueva, por favor, que llueva.

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