MACROECONOMÍA
Ayer estuve intentando debatir la diferencia entre compartir y competir. Y me descubrieron que ni una cosa es tan buena como parece ni la otra tan mala.
Me encanta la gente con dialéctica y capacidad de reacción para el debate.
Lo que me da pena es no ser un digno rival, simplemente sirvo de sparring y asiento convencida de algo en lo que nunca había reparado y que se me olvidará que pienso cualquier día de estos. Pero es divertido y educativo.
Aunque si se acompaña de vino es peor.
Sobre todo al levantarse al día siguiente a las siete y pico de la mañana.
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