CONTIGO AQUI
Perdóname.
Estoy viendo la vida desde fuera.
Desde la ventana.
Ahora mismo no me pertenece.
Pero no lloro. Sonrío.
Así que, como tú bien sabes, pronto meteré la cabeza por la ventana. Y luego un brazo, y luego una pierna y luego me caeré de culo en el lado de dentro de la vida.
Ya me conoces.
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