EL TIEMPO QUE SE VA
Anoche, tras una larga conversación, una amiga y yo nos preguntábamos por qué nos acercamos o alejamos de la gente al cabo del tiempo. Qué es lo que marca la diferencia entre nosotros, por qué antes no existía esa diferencia y ahora la vemos tan claramente. Y fuimos descartando el tipo de vida que cada uno hemos ido adquiriendo, nuestras experiencias, nuestros trabajos, nuestros entornos más cercanos, nuestras costumbres.
Al final, decidimos que lo que marca la diferencia entre la gente afín que deja de serlo, o viceversa, son las conclusiones a las que llegamos. Da igual que nuestras experiencias hayan sido completamente distintas, o exactamente iguales. Lo que nos distingue es la lectura que hacemos de lo que nos ocurre, o de lo que ocurre a nuestro alrededor.
Bueno, pues esa estupidez nos tuvo una hora al teléfono.
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