ARDER O NO ARDER, ESA ES LA MOVIDA

Me han contado que la Koplowitz se ha comprado media Costa da Morte, para edificar urbanizaciones de veraneo. Me ha llegado un correo donde se describen los apartamentos y pisos proyectados en cada pequeño pueblo gallego con vistas a la costa.
También me cuentan que en la Mariña lucense la promotora de Florentino Pérez tiene planeado un Marina dor del norte.

Yo intento prepararme para decir adiós a mi tierra tal y como la conozco. Sé que ha funcionado en el resto del país (no hace falta que me vaya a Murcia, me basta con Asturias), y Galicia era la siguiente. Sé que les costará, porque es una tierra complicada que se resiste a que le metan mano, y sus zonas más dóciles ya están conquistadas, pero podrán con ella, y sepultarán lo que le queda de salvaje en cemento, paseos marítimos, y la llenarán de gente que grita y que tiene todos los dientes.

Carnota está ardiendo de nuevo, si es que quedó algo que no se quemase el año pasado. Y sospecho que este será otro verano a fuego para Galicia.
Todo el mundo sabe quién prende la chispa en cada pueblo. Pero callarán. Y se llenarán de vergüenza. Hasta que nadie se acuerde que hubo un fuego y una boca que calló. O sí se acuerden pero ya no importe.
Es la historia de nuestra vida.