LA REFLEXIÓN INÚTIL

Yo me pregunto cómo serán las cosas en los países en los que no se produzcan atentados terroristas a pocos días de las elecciones generales. Qué sensación se tendrá cuando, a pesar de no entenderse unos con otros, en un país todos jueguen a lo mismo. No se muera un cobrador de un peaje de una autopista a tiros en la calle de un pueblo por haber representado un partido político alguna vez.
Voy a ahorrar los adjetivos calificativos, porque las teles, las radios y los periódicos estarán a estas horas llenos de tópicos y topicazos, pero nadie me va a convencer de que esto no altera unas elecciones. Nadie me va a convencer de que somos un pueblo acostumbrado y que no nos dejamos doblegar. No digo que no tengamos paciencia, que tenemos mucha, pero la inquina política y las cada vez más antagonistas dos españas tienen mucho que ver con estos lodos de mierda que de vez en cuando nos toca padecer, a unos mucho más que a otros.
Reconozco que me falta la visión internacional para poder tener opinión, pero estoy segura de que como yo, mucha gente ha pensado enseguida en las consecuencias políticas de este atentado. Y eso es un mal síntoma.