9.23.2004

LOS OJOS DE LA GUERRA

Miguel Gil era un reportero de guerra que murió asesinado en un fuego cruzado en Sierra Leona, cuando tenía 32 años. Había dejado su trabajo como abogado en Barcelona para irse de free-lance a la guerra de Bosnia siete años antes.
Después de su muerte, sus amigos y compañeros escribieron un libro titulado "Los ojos de la guerra", en el que hablaban de Miguel, de su forma de trabajar, de su vida y de su muerte, de su profesión, la del periodista de guerra, y también de su profesionalidad. Reconozco que es un trabajo que me atrae poderosamente.
La portada del libro es el rostro de Miguel detrás del objetivo de su cámara, la misma con la que nos enseñó la guerra desde Mostar, Chechenia o Kosovo.
Durante el tiempo que estuve leyendo ese libro, viendo su cara al levantarme, al entrar en mi habitación, mirándome desde mi mesilla, me obsesioné un poco con él. Pensaba en su forma de entender la vida después de las cosas terribles que llegaron a ver sus ojos, en el reflejo de él que me dieron las personas que lo conocieron, y pasó a formar parte de mi, de mi círculo. Que cosas.
Su carácter solitario, su inteligencia, su inquebrantable fe en Dios, su habilidad para no desmoronarse y sobrevivir en casi cualquier circunstancia, entre otras muchas cosas, hicieron de él alguien especial, que no soy capaz de olvidar. Sigo soñando con él de vez en cuando.
Se que sólo he visto la huella que ha dejado en otros, pero siento que fue un placer conocerle, a pesar de no haberle conocido nunca.


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