ESE HUECO
He estado soñando contigo, ¿sabes? Y te empujaba de la cama, para tener más sitio. Así, con las dos manos juntas, sobre el centro de tu pecho. Y tú sólo te reías, pero no te caías nunca de la cama. Y te agarrabas a mi hombro para no caerte. Y como tus brazos son más largos que los míos, todavía te daba tiempo a acariciarme el cuello mientras yo te empujaba con todas mis fuerzas. No se cómo acabó mi sueño, aunque casi mejor.
Era mucho peor cuando te echaba de menos.
A burma, por la inspiración.
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