3.16.2005

CHINCHETAS EN LOS ZAPATOS

Hay días que desde que asomas la patita por un lado del colchón, se te tuercen.
Se te siguen torciendo porque te encuentras mal y te duele todo.
Se te doblan más cuando tu autobús se mete en un interminable atasco y empiezas el día llegando tarde.
El día hace un ángulo de noventa grados cuando al llegar al trabajo te encuentras un correo echándote sutilmente la bronca por algo que has hecho mal.
Calculo que si se cumplen los pronósticos, en una horita el día se me habrá puesto boca abajo.
Y yo estoy esperando a que mi día haga el pino, se caiga de morros y al menos pueda echarme unas risas, porque ese tipo de gilipolleces siempre me han hecho gracia.

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