11.17.2005

LAS INVERSAS

Últimamente las palabras me resbalan por la mejilla hasta golpear contra el suelo.
Decenas, centenares de palabras que se caen hasta el infinito, ese sitio que en realidad no existe, a donde van los sueños que no tienen nombre. O los que tienen nombre pero son imposibles. O los que no son imposibles pero son improbables. O los que son probables pero no son factibles.

Alguna palabra de las que me resbalan por la mejilla se cuela en la comisura de mi boca, y se desliza hasta la punta de mi lengua. Allí, donde se quedan las cosas que nunca llegan a ser palabra.

ecoestadistica.com