MOMENTOS PUBLICITARIOS
Damas y caballeros, quiero presentarles a los culpables, a mis particulares culpables. Y de abajo a arriba, que es como a mi me gustan las cosas.
Les presento a Vireta, y su explosión de colores y de palabras, y mi otro yo, pueden seguir con Biyu, la consciencia de ser él mismo, y mi vida paralela, o decidirse por Adso von Melk, el hombre gentil y hermoso. Tenemos a Rafa, todo magia, poesía e inteligencia, y a Ganso, y la locura y la diversión naranja, o a Galatea, y el prisma del romanticismo. Está Andérez, mi duende gamberro, tierno y surrealista, y Gasord, y el arte de ser un buen tipo.
Tienen a su disposición también a mi amigo Esquivando, juntando palabras de forma sabia y matando personajes cuando está de humor, y a Manuel h, la curiosidad, la cercanía y mi fotógrafo favorito, y Otronadie, la ternura infinita, el sentido del humor y mi debilidad. O Mr Majestic, y la música y la complicidad. O Lulamy, la costante sorpresa y también mi cómplice, y Archibald, y el misterio amargo de la coherencia.
Pueden decidirse por Alexqk, y el buen gusto en todos los sentidos, o por Siloam, y su dulce melancolía de lo cotidiano, o Dragón Negro, y cómo superarse y seguir adelante. O Southmac, y su salvaje, intensa y erótica forma de ver el mundo. Y qué decir de Burma, y su torrente provocador de palabras, imágenes y sensaciones, o de Shoo, una sorpresa a veces amarga y siempre agradable, o Bo Peep, y como ser magistral, o Fer, la genialidad perezosa, o MaRia, y cómo trazar un sentir inmenso con palabras, o Buddy y Luthien, y la integridad, la amistad y la sacudida de la realidad, o hans, el dulce mecerse del mar y mi diccionario de sentimientos, o Isabel y su laberinto de sangre y de adjetivos. De Aficción mejor no digo nada, que luego todo se sabe.
No se priven, relámanse y láncense al vacío de la intensidad en estado puro, de la creatividad, de las dudas compartidas y del cariño cibernético.
Eso si, si después de cada palabra leída se sienten inseguros, minúsculos y hasta ligeramente tontos por comparación, no se preocupen, pasa en las mejores familias.
Tampoco me vengan luego con el cuento de que no les he avisado.
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