SE VA
Ella siempre me dice que si no se de qué escribir, que escriba de ella. Que a ella no le importa nada un poco de protagonismo. Yo me río, y cuando ella lee algo aqui que le llama la atención y me pregunta, siempre le contesto que se lo he dedicado a ella. Y nos seguimos riendo.
A veces encadenamos bromas un poquito salvajes, que sólo nos hacen gracia a nosotras. Y nos sorprende que el resto de la gente tenga tan poco sentido del humor. Y nos morimos de la risa.
Nunca olvidaré el día que le dije que me marchaba con ella a Dublín, aunque ni ella ni yo sabíamos que sólo la iba a acompañar dos semanas. Ni olvidaré el día que llegó con sus maletones a mi casa para instalarse en Madrid, casi dos años después.
Ella me ha sacado de algunos baches y yo la he sacado a ella. Tiene deudas conmigo y yo las tengo con ella. Hemos compartido muchas más risas que lágrimas. Hemos compartido hastíos y aburrimientos. Hemos arreglado mil veces el mundo, y mil veces al género humano. Nos hemos cagado en los hombres, y también en nosotras mismas. Hemos buscado nuestro sitio, y no siempre lo hemos encontrado. Sólo ella es capaz de hacerme escuchar treinta canciones en veinte segundos.
Y ahora no se lo que voy a hacer aqui sin ella.
Que eso no se hace, tía. Que ya te vale. Que me da igual que sea la oferta de tu vida. Que no.
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