2.26.2005

DOS VECES NADA

Me gusta de repente levantar la vista con los ojos llenos de nada. De la nada de los cuentos en los que no importa el final. Y es todavía mejor cuando estás tú, y te miro con mis ojos llenos de nada. Porque se que en ese instante sólo te apetece quitarme la ropa, la ropa llena de nada tirada en un rincón hasta que yo la ocupe de nuevo. El olor a nada del hueco de tu cuello que podría ser el hueco del cuello de cualquiera, que también olería a nada. Las palabras llenas de nada de tu boca, que no dicen nada, que no significan nada, que están llenas de la nada de mis ojos al mirarte.

Eres un descanso en medio de tantas cosas llenas de todo.

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