FROM LOST TO THE RIVER
He estado soltando un lastre que me ha pesado mucho durante mucho tiempo. Un amasijo de recuerdos, de complejos y de miedos. Y sin él soy más libre para hacer lo que quiero cuando quiero y como quiero. Porque ese es un privilegio que no me he concedido demasiadas veces. A lo mejor los años te dan esto, esta sensación de saber en donde estás más o menos cómoda aunque no sepas hacia donde vas. Pero lo más probable es que sea algo pasajero, provocado por el cambio de estación y algunas buenas noticias.
El caso es que se han producido revoluciones, de las silenciosas, que son esas que cuando te das cuenta ya lo han cambiado todo. Y que me apetece dejarme llevar a ver hasta donde llego, aunque eso signifique dejar algunas cosas atrás.
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