OUI, CES´T MOI
Han sido unos días sin hacer aparentemente nada, arañando los minutos para acumular una paz que el ajetreo de la rutina me volverá a robar de nuevo.
Los deberes que me han puesto para esta primavera incluyen el uso y disfrute de todas mis armas de mujer. Así que me he lanzado a la tarea de desempolvar las caderas que escondo en mis vaqueros raídos y me he peinado. Que dicen que ya está bien de esconderme detrás de la amistad y del miedo al ridículo. Y yo me río pero acepto el reto con cara de aventurera. Tendré que ensayar prometedoras miradas ante el espejo y practicarlas con los conductores de autobús. Oh, dios, yo nunca he sabido poner morritos..., ¡lo que me queda por aprender!
Hombres del mundo, abróchense los cinturones que sus vais a cagar.
<< Home