4.02.2005

LIQUIDACION POR CIERRE

Dependiendo del día de la semana que escoja para escribir esto, lo haré de una forma o de otra. Dependiendo también de si es por la mañana, por la tarde o por la noche. Dependiendo de lo que mis sentidos hayan percibido, estas palabras estarán impregnadas de distintos sentimientos.

Lo cierto es que no quiero darle un tono dramático a esta despedida porque es una decisión mía, es algo que yo tengo ganas de hacer. Abandonar un camino y explorar otros que me apetecen mucho. Pero es inevitable algo de melancolía, porque este bar ha sido mi casa durante nueve meses, día tras día, palabra tras palabra. Y porque soy una sentimental, y tengo apego a cierto tipo de cosas. Porque cuando empecé este camino lo hice con toda la inocencia del mundo, sin tener ni pajolera idea de dónde me estaba metiendo y con ese miedo que da exhibir una parte de ti que hasta ese momento sólo los que estaban muy cerca habían podido intuir. Me salté esa barrera enorme de mi intimidad, que yo protegía a capa y espada de miradas ajenas. Esa exhibición, esa disección de mis sentimientos, de mis sensaciones, se ha ido diluyendo con el tiempo, con las cosas que me han pasado, con las heridas que se me han curado y con las palabras que me habeis regalado.

Pero a mi todo me encierra, y esto no ha sido una excepción. Por eso llega el momento de hacer otras cosas, de mirar el mundo desde otra silla, de encerrar en mi cabeza este tipo de pensamientos otra vez, y de explorar otros que no me caben en este blog.

Me ha aportado tantas cosas que no soy capaz de enumerarlas. Creo que al final escribir aqui ha sido una excusa para relacionarme desde otro punto de vista, aunque cada uno tengamos una manera única e intransferible de expresarnos. La tolerancia que se ha respirado en esta casa me llena de un orgullo difícil de expresar. Cada nueva visita ha sido una sorpresa. Cada comentario, cada sonrisa, cada gesto, cada correo recibido, me han alimentado. Lo que soy siempre ha sido consecuencia de lo que he visto, de lo que he escuchado y de lo que he leído. Por eso ahora no soy la misma que cuando empecé a escribir aqui.

Gracias de todo corazón, a todos los que un día os habeis pasado por aqui, habeis leído algo, habeis aportado algo. A todos los que llevais viniendo a mi casa desde hace mucho tiempo... ya me conoceis un poco y seguro que ya sabeis lo que os querría decir. No es que desaparezca del todo porque os echaría demasiado de menos. Pero ya no estaré en esta casa. Gracias por haberme visto caerme y levantarme, dudar, reir, cantar, oscilar y contradecirme, con tanto cariño y con tanta paciencia. Ya sabéis donde encontrarme.


Un millón de besos.

ecoestadistica.com